Transformando los próximos 20 años: cómo una Agricultura 4.0 inclusiva puede empoderar a los pequeños productores que están detrás del 85 % del suministro mundial de aceite de palma
- Carlene Darius

- hace 12 horas
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Notas Editoriales
Este artículo se publica como parte de la participación de Koltiva en la Mesa Redonda RSPO 2025 (RT2025), donde Fanny Butler, Directora Sénior de Mercados para EMEA, participó como ponente en el panel de discusión "Inclusivo por diseño: Agricultura 4.0 para cadenas de suministro resilientes". Si bien el panel introdujo el concepto de "inclusivo por diseño", este artículo profundiza en el verdadero significado de la inclusión en la práctica para el sector del aceite de palma.
Resumen ejecutivo
El sector del aceite de palma se encuentra en el centro de la seguridad alimentaria y económica mundial, con Indonesia y Malasia abasteciendo el 85% de la producción mundial. Sin embargo, la productividad sigue siendo desigual en la primera milla, donde muchos pequeños productores aún producen solo 2-3 toneladas de aceite de palma crudo/ha/año, muy por debajo de los rendimientos potenciales (INDEF, 2021). Cerrar esta brecha es esencial para satisfacer la creciente demanda mundial sin expandirse a los bosques.
La inclusión es el factor determinante que determina si el sector puede crecer de forma sostenible. Los pequeños productores siguen enfrentándose a obstáculos como la limitada formación agronómica, la costosa financiación informal y los deficientes sistemas de trazabilidad. Cuando los productores carecen de acceso al conocimiento, las herramientas digitales y los mercados justos, las cadenas de suministro se vuelven menos competitivas y más vulnerables al incumplimiento. Por lo tanto, empoderar a los productores de la primera milla es fundamental para mejorar la productividad, la gobernanza y la resiliencia climática.
La Agricultura 4.0 ofrece una vía para hacer operativa la inclusión, y Koltiva lo demuestra a través de su ecosistema digital integrado. Al apoyar a más de 185.000 productores, más de 2.600 agronegocios y mapear más de 1,15 millones de hectáreas, Koltiva ofrece herramientas prácticas para la trazabilidad, la preparación para la certificación y la inclusión financiera. En la RSPO RT25, Fanny Butler, directora sénior de Mercados para EMEA en Koltiva, destacó cómo los ecosistemas digitales inclusivos y los datos verificados fortalecen el cumplimiento normativo y garantizan que ningún pequeño productor se quede atrás en la transición hacia un sector del aceite de palma más resiliente y equitativo.
Tabla de contenido
El aceite de palma suministra casi el 40% del aceite vegetal del mundo mientras que utiliza menos del 10% de las tierras de cultivo de semillas oleaginosas a nivel mundial, lo que coloca a Indonesia y Malasia, productores del 85% del suministro mundial, en el centro de la seguridad alimentaria, de combustible y de bienes de consumo a nivel mundial (Climate Focus, 2020). Sin embargo, el sector ahora enfrenta una creciente presión por la creciente demanda, las crecientes preocupaciones por la deforestación donde el aceite de palma sigue siendo uno de los mayores impulsores de la pérdida de bosques tropicales y el endurecimiento de las regulaciones relacionadas con el clima. El desafío más crítico se encuentra en la primera milla, donde los pequeños agricultores manejan una parte sustancial de las áreas plantadas, pero siguen siendo el segmento menos productivo, a menudo produciendo solo de 2 a 3 toneladas de CPO por hectárea al año, muy por debajo del rendimiento potencial (INDEF, 2021). A pesar de su importancia, los pequeños agricultores aún carecen de acceso a tecnología, financiamiento, capacitación y mercados justos, lo que crea una brecha de inclusión persistente que socava la competitividad, limita el cumplimiento y amenaza la capacidad del sector para crecer de manera sostenible y cumplir con las expectativas globales.
Por qué el futuro del aceite de palma comienza con los pequeños productores

El futuro del sector del aceite de palma y su capacidad para apoyar la seguridad alimentaria mundial, la transición energética y los objetivos de sostenibilidad dependen del desempeño y el acceso al mercado de millones de pequeños productores. Su acceso al conocimiento, la financiación, las herramientas digitales y los mercados justos determinará si la industria puede satisfacer la creciente demanda sin expandirse a los bosques.
En este primer tramo convergen las mayores oportunidades y riesgos. Cuando los pequeños productores reciben las herramientas y los incentivos adecuados, pueden aumentar significativamente su rendimiento, fortalecer la gobernanza y avanzar en los compromisos climáticos nacionales. Cuando se quedan atrás, las brechas de productividad se amplían, los riesgos de deforestación aumentan y las cadenas de suministro tienen dificultades para cumplir con las exigencias de los compradores y gobiernos globales.
Para materializar este potencial se requiere un enfoque holístico que fortalezca la capacidad de los pequeños productores en tres dimensiones fundamentales:
Aumento de la productividad sin ampliar la superficie cultivada
A pesar del predominio mundial del aceite de palma, la productividad sigue siendo desigual. La intensificación, mediante semillas de mayor calidad, mejores prácticas agronómicas y la regeneración de árboles envejecidos, ofrece la vía más clara para reducir las brechas de productividad, preservando al mismo tiempo la integridad ambiental. Como se mencionó anteriormente, la producción de aceite de palma crudo (APC) de los pequeños agricultores indonesios aún no ha alcanzado su máximo potencial, y la intensificación y regeneración efectivas de las plantaciones existentes podrían generar 25,6 millones de toneladas adicionales de APC al año para alimentos, combustible y otros recursos esenciales sin ampliar las áreas cultivadas (INDEF, 2021). Para abordar esto, se han identificado 499.399 hectáreas de plantaciones de pequeños agricultores en 11 provincias y 23 distritos como áreas prioritarias para la intensificación debido a su baja productividad, pero con condiciones biofísicas adecuadas (WRI, 2021). Con financiamiento, capacitación y resiembra estructurados adecuados, estas áreas podrían generar un crecimiento rápido y sostenible del rendimiento.
Apoyo a la Agricultura Sostenible y las Prácticas de Conservación
El aceite de palma, el aceite vegetal más comercializado del mundo, tiene el potencial de definir estándares de sostenibilidad a nivel mundial. La adopción de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), métodos regenerativos y sistemas de certificación como RSPO, ISPO y MSPO reduce los riesgos de deforestación, a la vez que mejora la gobernanza, la trazabilidad y la resiliencia a largo plazo. En Riau, aunque solo el 0,48 % de la superficie total de pequeños productores cuenta con la certificación RSPO, la zona mostró una documentación, una gestión ambiental y una coordinación institucional más sólidas, lo que demuestra que la certificación impulsa mejoras sistémicas incluso antes de que se logren aumentos de productividad. Estos avances pueden replicarse para su transformación en otros productos básicos, como el cacao, el café y el caucho (Forest and Society, 2024).
Garantizando la Seguridad Alimentaria y el Crecimiento Rural Inclusivo
Como el cuarto país más poblado del mundo, Indonesia depende del aceite de palma no solo para sus ingresos de exportación, sino también para la seguridad económica y alimentaria nacional. En el primer semestre de 2025, las exportaciones de aceite de palma alcanzaron los 17.280 millones de dólares, un aumento interanual del 34,6 % (GAPKI, 2025). La industria sustenta a 16 millones de trabajadores, aporta el 11 % del valor total de las exportaciones y desempeña un papel fundamental en la reducción de la pobreza rural, especialmente en Sumatra y Kalimantan (INDEF, 2021). Para 2045, Indonesia aspira a alcanzar una producción anual de 60 millones de toneladas, manteniendo al mismo tiempo las salvaguardias ambientales (WRI, 2021). Para lograrlo, es necesario empoderar a los productores de primera milla con financiación, vínculos comerciales más sólidos y trazabilidad digital.
Estas realidades dejan claro un mensaje: el sector del aceite de palma no puede transformarse sin empoderar a los productores de primera milla. Aquí es donde el concepto de inclusión cobra importancia crucial, no como una palabra de moda, sino como un requisito estructural para el crecimiento sostenible.
Por qué la inclusión es el eslabón perdido en el aceite de palma sostenible
Lograr un sector de aceite de palma sostenible requiere más que el cumplimiento normativo; requiere un sistema donde cada productor, especialmente los pequeños productores, tenga la capacidad y la oportunidad de participar plenamente. La inclusión garantiza que los productores de primera milla no solo cumplan con los estándares, sino que también estén capacitados para apoyar una industria resiliente y competitiva. Sin embargo, muchos aún enfrentan barreras persistentes: capacitación agronómica limitada, financiamiento informal costoso, exposición a la manipulación de precios, falta de registros agrícolas y cadenas de suministro fragmentadas que dificultan la trazabilidad. Cuando estos desafíos persisten, todo el sector se vuelve menos competitivo, menos transparente y más vulnerable a riesgos, desde la deforestación y el incumplimiento hasta la inestabilidad del suministro y la pérdida de mercado.

A medida que el sector agrícola avanza hacia la era de la Agricultura 4.0, las herramientas digitales, la cartografía geoespacial y la analítica avanzada están redefiniendo la forma en que se produce, comercializa y verifica el aceite de palma. Sin embargo, estas innovaciones solo funcionan cuando son accesibles para todos los productores. Sin una inclusión intencional, los sistemas digitales corren el riesgo de ampliar las desigualdades y dejar incompletos los datos cruciales de la primera milla.
La inclusión en la Agricultura 4.0 implica diseñar tecnología que se adapte al campo real, a las zonas rurales con entornos de baja conectividad, a los dispositivos limitados y a la verificación de la alfabetización digital. Requiere herramientas sencillas y compatibles con el entorno físico que permitan transacciones justas, pagos transparentes y acceso a capacitación y servicios financieros. Cuando los sistemas son inclusivos por diseño, los pequeños productores obtienen una mayor participación en el valor, las cadenas de suministro se vuelven más transparentes y la sostenibilidad deja de ser un requisito de cumplimiento para convertirse en una vía compartida hacia la resiliencia a largo plazo.
Lograr que la inclusión funcione a través de la agricultura 4.0
La Agricultura 4.0 ofrece grandes oportunidades para el sector del aceite de palma, pero solo si la innovación llega a la primera milla. La tecnología por sí sola no genera impacto; funciona cuando las herramientas digitales, el acceso financiero y el apoyo en el campo se unen para empoderar a los productores. Koltiva lo hace posible mediante un ecosistema integrado y offline, diseñado para entornos rurales con baja infraestructura donde operan la mayoría de los pequeños productores. Al integrar la inclusión en cada paso, Koltiva fortalece la productividad, la trazabilidad, la preparación para la certificación y el acceso financiero, una base que se logra a través de seis áreas de acción clave:
Mapeo y Topografía de Productores: mapeo geoespacial preciso de parcelas con KoltiTrace MIS FarmXtension.
Capacitación y Coaching: miles de horas de capacitación en BPA y sostenibilidad impartidas para mejorar la productividad.
Apoyo a la Trazabilidad: verificación integral de datos desde la explotación agrícola hasta la exportación.
Preparación para la Certificación: verificación y documentación en campo para acelerar el cumplimiento de la RSPO.
Inclusión Financiera: vinculando a los productores con las finanzas digitales a través de KoltiPay.
Implementación de BPA: coaching en gestión empresarial agrícola, HSE y estándares ambientales.
De cara al futuro, Koltiva está ampliando su aplicación para agricultores FarmCloud con innovaciones de producto que integran servicios financieros y desarrollo de capacidades enfocado en la agricultura en un ecosistema verdaderamente inclusivo. La Herramienta de Identificación de Plagas y Enfermedades, impulsada por IA, ofrece diagnósticos en tiempo real y capacitación en línea sobre manejo de plagas y certificación de sostenibilidad. Por otro lado, la billetera electrónica responsable de KoltiPay conecta a los pequeños agricultores con ahorros, seguros de cosechas y financiación con pago posterior, alineados con los ciclos de cosecha, creando un sistema financiero de circuito cerrado que fortalece la resiliencia. Junto con KoltiTrace y KoltiSkills, estas plataformas unifican datos verificados, acceso financiero y desarrollo de habilidades en un único entorno offline. Diseñado para entornos con baja infraestructura, el sistema aprovecha datos de código abierto y programas de alfabetización digital para garantizar que la sostenibilidad no solo sea alcanzable, sino también escalable y accesible para las comunidades agrícolas rurales.
Llevando la Agricultura Inclusiva 4.0 al escenario mundial (RT25)

El compromiso de Koltiva con la transformación inclusiva se extiende más allá de los programas de campo e incluye el diálogo global y los estándares de la industria. Del 3 al 5 de noviembre de 2025, la Mesa Redonda anual de la RSPO (RT2025) en Kuala Lumpur exploró cómo la colaboración basada en datos puede fortalecer la rendición de cuentas en las cadenas de suministro. Koltiva participó en estos debates a través de Fanny Butler, Directora Sénior de Mercados para EMEA, y Luca Fischer, Director Sénior de Mercados para Indonesia.
El 4 de noviembre, Fanny Butler intervino en la mesa redonda «Inclusivo por Diseño: Agricultura 4.0 para Cadenas de Suministro Resilientes», donde compartió las perspectivas de la experiencia de campo de Koltiva y demostró cómo los ecosistemas digitales inclusivos permiten medir la sostenibilidad a escala. Destacó cuatro prioridades para el sector:
Empoderar a los productores de primera milla,
Desarrollar sistemas digitales inclusivos que generen resultados verificables,
Garantizar datos verificados para el cumplimiento de la RSPO, la ISPO y el EUDR, y
Garantizar que ningún pequeño productor se quede atrás en la transición hacia la Agricultura 4.0.
Estos conocimientos se basaron en el trabajo a largo plazo de Koltiva en el sector del aceite de palma de Indonesia. Desde 2017, Koltiva ha apoyado a más de 185.000 productores, se ha asociado con más de 2.600 agroempresas y ha mapeado y verificado más de 1,15 millones de hectáreas de áreas de producción. Estos logros han permitido la trazabilidad a nivel de plantación y han acelerado la transición de Indonesia hacia cadenas de suministro inclusivas y sin deforestación, demostrando cómo la inclusión se hace efectiva mediante datos precisos, un sólido asesoramiento en campo y herramientas digitales adaptadas a entornos rurales.

Como enfatizó Fanny: “La revolución digital no debe dejar atrás a los pequeños agricultores. Nuestro trabajo demuestra que cuando la tecnología se construye con la inclusión como eje central, no solo verifica el cumplimiento normativo, sino que transforma los medios de vida y fomenta la resiliencia”.
Con su participación en RT2025, Koltiva reforzó su rol como socio de la industria con experiencia práctica y visión de futuro. Su trabajo demuestra que la sostenibilidad comienza desde el principio, que la inclusión es innegociable, que los sistemas digitales deben potenciar la experiencia humana y que la Agricultura 4.0 solo genera verdadero valor cuando empodera a los productores. A medida que el sector avanza hacia la próxima década, Koltiva mantiene su compromiso de construir cadenas de suministro que no solo sean trazables y conformes, sino también genuinamente inclusivas, impulsando la resiliencia a largo plazo para los productores, las empresas y el planeta.
Autor: Carlene Putri Darius, Marketing Communication
Editor: Daniel Agus Prasetyo, Head of Public Relations and Corporate Communications
Sobre el autor:
Carlene Putri Darius is a Marketing Communications Officer at KOLTIVA with passion in sustainability and innovation, Carlene Putri Darius integrates her expertise in technology, marketing, and strategy to promote responsible and inclusive growth. With over three years of experience in consulting, branding, and digital communications, she crafts narratives that connect innovation, sustainability, and social impact for international audiences.
Recursos
Climate Focus. (2020, March 4). Company progress in engaging smallholders to implement zero-deforestation commitments in cocoa and palm oil. Tropical Forest Alliance. https://climatefocus.com/wp-content/uploads/2022/06/20200312-Smallholder-Cocoa-Palm-Report-Edited_FINAL_0.pdf
GAPKI (Indonesian Palm Oil Association). (2025, August 21). Indonesia’s palm oil exports soar 35% in June 2025. https://gapki.id/en/news/2025/08/21/indonesias-palm-oil-exports-soar-35-in-june-2025/
Forest and Society. (2024). Revisiting the implications of RSPO smallholder certification relative to farm productivity in Riau, Indonesia. Forest and Society, 8(1). https://scholarhub.unhas.ac.id/fs/vol8/iss1/11/?utm_source=scholarhub.unhas.ac.id%2Ffs%2Fvol8%2Fiss1%2F11&utm_medium=PDF&utm_campaign=PDFCoverPages
INDEF. (2021, October 29). Reducing poverty, improving sustainability: Palm oil smallholders are key to meeting the UN SDGs (Working Paper). https://indef.or.id/wp-content/uploads/2023/03/Working-Paper-Reducing-Poverty-Improving-Sustainability-Palm-Oil-Smallholders-are-Key-to-Meeting-the-UN-SDGs.pdf
WRI Indonesia. (2021, November). Intensification of smallholder oil palm plantations: Where do we start? https://wri-indonesia.org/sites/default/files/Intensification%20of%20Smallholder%20Oil%20Palm%20Plantations.pdf










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